Ritual para la Noche de San Juan

Querid@s amig@s, 

Acabamos de pasar por el Solsticio de Verano, el día más largo del año, y en poco días nos introduciremos en la Mágica Noche de San Juan. Durante esta noche, víspera del día de San Juan Bautista, muchos pueblos de nuestra geografía española celebrarán mediante fogatas y ancestrales rituales la llegada del solsticio. No obstante, no nos dejemos engañar por su nombre, es una fiesta de origen pagano celebrada para darle más fuerza al sol, ya que a partir de esta fecha el astro solar va haciéndose más débil y, por ende, los días más cortos. 

Una de las fiestas más populares celebradas en España es la conocida "Sanjuanada". Previo al amanecer del día 24, existe la costumbre de recoger romero y bañarse en el agua de fuentes, playas y ríos. Como veis, aquí entran dos elementos rituales de limpieza de malas energías habitualmente usados en magia. Esta costumbre se suele acompañar de romerías y bailes en torno a las famosas hogueras. La finalidad, además de la purificación, es romper con todo lo malo del año y alejar a los malos espíritus que nos acechan. 

Para este día tan especial, además de las tradicionales hogueras, os propongo la realización del siguiente ritual para que podáis cumplir vuestros deseos más íntimos:

Este ritual lo vamos a hacer 5 minutos después de las 00:00 horas de la noche de San Juan.

Coge siete dientes de ajos gordos, un vaso de agua, un papel, una vela blanca e incienso de misa o natural.

Parte los ajos con una pequeña cruz de madera, pero sin llegar a romperlos del todo. 

En el papel escribe "con lápiz" tu nombre y apellidos, y tres deseos. 

Pon el papelito debajo del vaso de agua, con los dientes de ajos repartidos alrededor del mismo, enciende la vela blanca y el incienso.

No te olvides de ungir la vela en aceite previamente a la celebración del ritual.

El vaso ha de estar sobre un paño blanco y una mesa situada delante de una ventana abierta. Lo dejaremos así hasta las 12 del mismo mediodía de San Juan. 

La vela se ha de consumir por completo. 

El agua se conserva en una botella, pudiéndose utilizar en rituales posteriores. 

Los ajos se envuelven junto con el papel de los deseos en el paño blanco, y se meten en un armario donde no pueda entrar la luz.

Al cabo de dos o tres meses se miran. Si todos los ajos se han podrido, no se cumplirá ningún deseo. Si por el contrario, todos se han secado, se cumplirán los tres deseos antes de que llegue la próxima noche de San Juan. 

Los ajos podridos se tirarán por el váter. Los secos se guardan hasta el año siguiente para ofrecérselos al santo como ofrenda durante la quema de una de las típicas hogueras. 

Este maravilloso ritual podéis encontrarlo en el "Breviario de la buena magia: recetas mágicas recogidas de la voz popular" escrito por Carmen Díaz para la Editorial Edaf.

Espero que lo pongáis en práctica queridos lectores, yo no dudaré en hacerlo.

Un abrazo.